Consumir aceite de oliva extra virgen reduce el riesgo de diabetes
En la actualidad, aproximadamente el 10% de la población de nuestro planeta sufre de diabetes, debido fundamentalmente a los malos hábitos alimenticios y al estilo de vida sedentario. Esta es una enfermedad de escala epidémica, cuyo principal foco se centra en países desarrollados y que parece estar lejos de desaparecer.
Recientes estudios, uno con la colaboración de Spanish Olive Oil Interprofessional y la Diputación de Jaén (Andalucía, España) y otro de científicos de la Universidad de Málaga integrados en el Instituto de Investigación Biomédica de la ciudad andaluza (IBIMA) en colaboración con expertos del Instituto de la Grasa (CSIC), han demostrado que consumir 4 cucharadas diarias de aceite de oliva Extra Virgen puede disminuir en un 14% el riesgo de diabetes. Y que “el consumo diario de hidroxitirosol, un polifenol presente en el aceite de oliva Extra Virgen, reduce o incluso podría llegar a evitar los problemas vasculares derivados de la diabetes”.
Complementar este hábito con un estilo de vida activo puede incluso mejorar este índice.
Una vez más, los beneficios de la dieta mediterránea y el aceite de oliva para la salud frente al consumo desmedido de grasas animales que muestran otras dietas, se presenta como un magnífico remedio, capaz de proporcionar enormes beneficios a las personas que se sumen a esta cada vez más evidente tendencia.
El doctor Jordi Salas-Salvadó, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona (España), se encarga de transmitir esta valiosa información en un vídeo de la organización Spanish Olive Oil Interprofessional, en el cual, de manera amena y convincente, nos explica como este sencillo hábito puede suponer un cambio sustancial en nuestro modo de vida y nuestra salud.